Posts in Category: Sociales

Criatura bondadosa.

¡Buuuuuaaaahhhhh! ¡¿Por qué estás haciendo tanto escándalo?! ¡No soy yo, es él! ¡Nada lo calma! ¡Aaawww! ¡No “aaawww”, creo que está roto! A ver… No es posible… Se te olvida que soy una criatura tierna y bondadosa. ¿Podrías recordármelo cuidándolo por algunas horas? Siempre que esté claro que mi bondad tiene un precio.

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Sostener civilizaciones.

¿Disfrutando la tarde libre? Sí. Qué bueno. Tengo una emergencia. ¿Podrías cuidarlo por unas horas? Eh…supongo. ¡Gracias! Estás haciendo una labor que sostiene civilizaciones. ¡Nos vemos! ¡¿Y quién me sostiene a mí?!

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Seamos integrales: la paradoja de la tolerancia

¡Hola, amiguitos! Hoy hablaremos de la Paradoja de la Tolerancia. Según esta paradoja, una persona tolerante que no tolera la intolerancia se convierte en una persona intolerante. ¡Qué agotador! El filósofo Karl Popper, en su obra de 1945 “La sociedad abierta y sus enemigos”, señaló esta paradoja, en el contexto contexto europeo tras la Segunda Guerra Mundial. Popper concluyó que tenemos el derecho de no tolerar al intolerante, cuando éste obvia argumentos racionales o actúa con violencia. La paradoja de la tolerancia puede usarse para acusar a quien señala la intolerancia como igual o peor a aquello que señala. Pero no todos los actos tienen el mismo peso, amiguitos. Por ello, debemos definir claramente a qué nos referimos, e.g. intolerantes ante qué. ¡No tolere su intolerancia a la lactosa! Combátala con productos La Vaquita, amistosos con la diversidad intestinal.

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Seamos integrales: la inteligencia

¡Feliz año nuevo, cherada! Iniciamos esta vuelta al sol revisando un concepto muy conocido pero poco comprendido: la inteligencia. Hemos oído del cociente intelectual (IQ), que usa un número para señalar “qué tan inteligente” es una persona dentro de una escala numérica. Investigadores como Charles Darwin, Francis Galton (primo de Darwin, ¡saludos a la familia!), Wilhelm Wundt y James Cattel se dedicaron a estudiar las habilidades cognitivas que conformaban la inteligencia humana. Alfred Binet y su bigote realizaron estudios a gran escala para evaluar diferencias entre distintos grupos de personas, desde niños de diversas edades hasta artistas y matemáticos. Su trabajo lo llevó a desarrollar un test para identificar niños con dificultades de aprendizaje para que la educación se ajustara a sus necesidades. Para eso, debían conocerse las diferencias de desempeño entre niños con dificultades y sin dificultades (“normales”). De su trabajo, Binet concluyó que la inteligencia era una mezcla de facultades mentales multifacéticas que operan dentro de circunstancias cambiantes de la vida real. La escala de inteligencia hecha por Binet y su socio Theodore Simon fue retomada por otros investigadores, pero muchos de ellos, desafortunadamente, consideraban la inteligencia como algo innato e inmutable. Así, el concepto de inteligencia fue mal utilizado para distinguir entre seres humanos “inferiores” y “superiores” por naturaleza. En el presente, la investigación en inteligencia coincide con Binet. Los tests de inteligencia evalúan las habilidades mentales en un momento particular del tiempo, y estas habilidades pueden ir cambiando de acuerdo a las circunstancias. ¡La inteligencia no es una cantidad fija, amiguitos! Podemos continuar desarrollando los diversos elementos que la componen a lo largo de nuestra vida. Vayan y sean integrales. ¡Hasta la próxima! Esta noche, en estreno, por El Canal Simeonístico: Ultraman, el musical.

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Seamos integrales: la teoría de las ventanas rotas.